Tras unos cuantos días desconectada de todo, incluso del blog, vengo para traeros esta coca salada típicamente valenciana. Es mi participación para "Cocina con Uno de Dos" a lo que, además, llego por los pelos (como casi siempre).
La base de esta coca es una adaptación de la masa de aceite de oliva de Richard Bertinet, con la que elabora su focaccia. Lo cierto es que sólo la masa ya está para chuparse los dedos. Así que, poniéndole el embutido que más os guste por encima, no tiene descripción...
Para participar en el concurso que organiza Pamela la receta ha de tener "aceite y harina", y esta pelaeta de eso tiene, ya os lo digo.
Vamos allá...
- 250 g de harina de fuerza
- 7 g de levadura fresca
- 5 g de sal
- 10 g de polenta (sémola amarilla y finísima de maíz)
- 35 g de aceite de oliva virgen extra
- 160 g de agua
- 1 cucharadita de café de hierbas provenzales
- unas ramitas de romero fresco, si queremos (le da un toque genial)
- chorizo, panceta, longaniza...
- un par de cucharadas soperas de aceite de oliva extra para "pintarlas"
Mezclamos la harina y la sémola con la levadura, frotándola. Añadimos la sal, el aceite, las hierbas y el agua. Amasamos hasta conseguir una masa homogénea. Ponemos en un bol aceitado, cubrimos con un trapo y (en un lugar cálido - yo lo hago en el horno apagado y entreabierto-) dejamos reposar unos 15 minutos.
Pasado este tiempo, volvemos a amasar y dejamos reposar otros 15 minutos. Dividimos la masa en dos o más porciones, dependiendo de las pelaetas que vayamos a hacer y lo grandes que las queramos.
Precalentamos el horno a 250º.
En la placa de horno, ya engrasada, empujamos la masa de dentro hacia afuera con las manos, para extenderla. Vamos presionando con la yema de los dedos para "marcarla". Tapamos y dejamos otros 10-15 minutos en reposo.
Pintamos las pelaetas con aceite de oliva y repartimos el embutido que hayamos elegido.
Bajamos la temperatura del horno a unos 220º y las horneamos durante 15 minutos.
A nosotros nos han gustado mucho, espero que a vosotros también.