Este potaje, tradicionalmente, de Semana Santa, me lo enseñó mi suegra. En casa lo hacemos durante todo el año, puesto que nos gustan mucho las legumbres. Es un plato completo, sano y, para nosotros, delicioso. Por eso, llega a ser un peligro, porque el plato siempre tiene de más.
Plato tradicional, lleno de vitaminas y energía, sano, de cuchara... teníais que ver cómo se comen este potaje mis hijos.
Plato tradicional, lleno de vitaminas y energía, sano, de cuchara... teníais que ver cómo se comen este potaje mis hijos.
Ingredientes:
- Habichuelas blancas
- Garbanzos
- Espinacas
- Pan (del día anterior), pan rallado también nos vale
- Ajo y Perejil (para las albóndigas o rellenos)
- Ajos con piel
- Zanahorias
- Huevo batido
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal
- Un par de patatas medianas, cascadas
- Un par de cucharadas soperas de salsa de tomate casero
- Podemos poner bacalao salado (previamente desalado)*, o dejarlo viudo (las legumbres, verduras y patatas a solas)
Ponemos un buen chorro de aceite de oliva en una sartén y doramos los ajos con piel; los reservamos. Hacemos un sofrito con media cebolla, añadimos tomate frito y, después, pimentón picante. Apartamos del fuego.
Lo primero será poner a cocer las habichuelas y los garbanzos.
Mientras, prepararemos los rellenos: ponemos el pan troceado con huevo batido y lo dejamos que se reblandezca, añadimos ajo y perejil troceado. Les daremos forma con dos cucharas o con las manos. Freímos en abundante aceite de oliva muy caliente. Los vamos dejando sobre papel absorbente y los apartamos, para más adelante.
Cuando las legumbres llevan hirviendo unos 20 minutos, añadimos las espinacas y las zanahorias a rodajas.
Agregamos el sofrito, los ajos y las patatas. Si vamos a poner bacalao, lo añadiremos ahora. Dejamos hervir otros 10-15 minutos.
Incorporamos las albóndigas/rellenos. Si comprobamos que las legumbres están tiernas, tapamos y apagamos seguidamente. Si no, dejamos otros 5 minutos o lo necesario hasta que estén hechas las legumbres.
*Para desalar el bacalao, si el trozo es grande lo pongo a remojo de un día para otro. En un recipiente con agua, en la nevera y cambiando 3 veces el agua de desalar por agua limpia. ¡Espero que lo disfrutéis tanto como nosotros!
Que buen potaje
ResponderEliminarQue bueno, en casa no falta nunca en invierno. Yo también tengo que incluirlo en el Blog, lo único que no ponemos nosotros es patata. De resto, igual, te ha quedado espectacular!
ResponderEliminarUn saludo muy dolce!
Es muy parecido al que hacía mi abuela con albóndiga y todo. La semana que viene lo tengo que hacer para mi familia. Los platos de cuchara como decíamos el otro día en el debate no se deben de perder y como tú decías, en tu casa son parte fundamental y es extraordinario. Yo hoy he hecho un guisadito con bacalao que también hacía mi abuela.
ResponderEliminarUn besote.
Una pinta riquísima Maite, me encanta los potajes y el tuyo se ve delicioso!
ResponderEliminarBesos y un feliz finde!
Pero qué cosa más rica!! me encanta éste plato. Por cierto, también me encanta el conejito!!
ResponderEliminarEse potaje está de escándalo... y además con el premio del "relleno".
ResponderEliminarUn plato bien suculento y muy completo!! No hay nada como la comida de cuchara, se ensucia poco y están riquísimos!!
ResponderEliminarBesoss
Este plato de cuchara... es una tentación!!!!!!!!!!!! Besos
ResponderEliminar¡¡Que pinta!! a ver si se pasa pronto el verano y empezamos nuevamente a disfrutar de estos suculentos guisos.
ResponderEliminarEs uno de mis platos de cuchara preferidos y con rellenos.....un pecado!!
ResponderEliminarMe quedo por aquí que me gusta lo que veo.
Un abrazo