Whole Kitchen en su propuesta salada para el mes de Noviembre, nos invita a preparar un clásico italiano "Ciabatta" o Chapata.
Se dice que recibe este nombre porque el aspecto del mismo se parece a una zapatilla.
Es un pan fácil de preparar y gracias a su largo tiempo de fermentación y al alto contenido de humedad producen este pan tan ligero, de exclusiva textura abierta y porosa.
La auténtica ciabatta requiere una masa muy húmeda que puede ser dificil de manipular y debe comenzar a prepararse con un día de antelación. No intentes añadir más harina para que la masa sea más maleable, y evitar trabajar la masa en exceso.
Una vez que la masa haya fermentado durante un tiempo prolongado, deberás manipularla con mucha suavidad (como si acariciases a un bebé, eso dicen en Italia), de manera tal que no se deshinchen las preciadas burbujas de aire.
Para elaborar estas chapatas de hoy, he seguido el método que nos ofrecen desde Panarras.com.
El día anterior al que vayamos a preparar las chapatas, haremos un prefermento o biga con:
- 100 g de harina
- 60 g de agua
- una pizca de levadura fresca
hacemos una masa con estos ingredientes y la dejamos en un bol tapado con film hasta el día siguiente, al menos 12 horas.
Al día siguiente hacemos la masa de nuestras chapatas con:
- la biga del día anterior
- 300 g de harina panadera o de todo uso, no hace falta que sea de fuerza.
- 200 g de agua
Hacemos la masa y la dejamos reposar 30 minutos. Incorporamos: 7-8 g de sal y 4 g de levadura fresca. Si nuestro peso no mide gramo a gramo, podemos guiarnos a ojo: sería una cucharadita de postre de sal y una quinta parte de la pastilla de levadura fresca (pesan 25 gramos). Para el amasado, podéis dar un vistazo a las otras chapatas del blog.
- Nos reservamos, ya medida, unos 10 ml de agua (podemos usar una jeringuilla para medirla). Aquí, creo que me armé un poco de lío con los porcentajes, pero como fue la cantidad de agua que usé, es la que os pongo.
Cuando tenemos una masa más o menos lisa, la extendemos sobre la superficie de trabajo y añadimos el agua que tenemos reservada. Amasamos ligeramente con los dedos hasta que ese agua se incorpore a la masa. Volvemos a amasar.
Pasamos nuestra masa a un cuenco aceitado y lo tapamos con film. Dejamos reposar 2 horas y media, plegando 2-3 veces. Podemos hacerlo dentro del cuenco para que nos sea más fácil.
Esparcimos harina sobre la superficie de trabajo y volcamos la masa. Espolvoreamos más harina sobre la masa.
Partimos la masa en tantas partes como chapatas queramos. Yo he hecho una grande y cuatro pequeñitas.
Con cuidado (podemos ayudarnos de rasquetas o paletas) trasladamos las chapatas a la placa, espolvoreada de harina y sémola de maiz o aceitada. Estiramos con las manos las chapatas, para darle un poco de tensión a la masa.
Dejamos levar otra 1h y 30 m, tapado con un trapo de algodón.
Un rato antes de terminar este levado, encendemos el horno y lo calentamos a tope (en mi caso, según la rueda de la temperatura, 250º ).
Bajamos a 220º. Introducimos la bandeja con las chapatas en el horno, durante unos 15 minutos. Bajamos unos 30º más la temperatura y dejamos otros 30 minutos, abriendo y cerrando un par de veces la puerta del horno para eliminar la posible humedad que se haya podido acumular.
Apagamos el horno y dejamos las chapatas dentro hasta que se enfríen un poco.
Os tengo que decir que puse el horno a tan alta temperatura, que no llegué a dejar el tiempo que marca la receta, en unos 20 minutos estaban listas y casi se me queman. Así que, como siempre, a vigilar el horno y las chapatas!
¡Espero que os gusten!
oh! esos ricos alvéolos, me gusta como te quedó, a mi me quedó perfecta pero sin ellos, y creo que es lo característico de este delicioso pan, me encanta tú resultado.
ResponderEliminarBesitos
Yo creo que la chapata, sea como sea, está riquísima.
EliminarGracias, guapísima
Ullat! Es el término preciso para esas mega burbujas que te han salido en el pan. Spectacular!
ResponderEliminarBesos!
Me encantan tus apuntes, ya lo sabes!
EliminarUllat!
Pues yo me voy a ver tus patatitas...
Besos
Precioso pan, mas rico tiene que estar... Es mi asignatura pendiente, pero le estoy poniendo remedio ;) Bezitos.
ResponderEliminarBueno, bueno, estaba. Porque han desaparecido a una velocidad...
EliminarEso, eso, a panarrear. Y, tú practicando con horno de leña. Mmmmm, envidia que me das
Fantástico hacerse uno su propio pan. Por cierto.... Te han dicho alguna vez que haces unas fotos preciosas!?
ResponderEliminarPan no hago más porque me falta tiempo, que no ganas. Está tannnnn rico!
EliminarGracias por lo de las fotos. Pero ya quisiera yo que se pareciesen a las tuyas :)
Una pinta estupenda, Maite! Yo nunca las he hecho, a ver si me animo. Tendré en cuenta tu receta, y ya te contaré cuando las haga ;)
ResponderEliminarBesos
Esta forma panarra de hacerlas me ha resultado más fácil que la otra que tengo en el blog. Hazlas y me cuentas qué tal.
EliminarBesotes
Te han quedado perfectas¡ Ojala me anime algún día a hacer pan¡
ResponderEliminarBesos
ummmmm! una rebanada de esa ciapata con aceitito..............
ResponderEliminarperfecto te ha quedado
un besote
Que rico el pan Chapata. Me apetece un trocito.
ResponderEliminarTe he dejado una sorpresa en mi blog http://cocinandoconlafamily.blogspot.com.es/
Espero que te guste.
Saludos.