No sé si repetiré este Irish Soda Bread porque, como esperaba, es un pan bastante alejado de lo que se consume en casa. De hecho, nos lo hemos comido entre mi “costillo” y yo porque a los niños no les ha gustado… era de esperar!
El gusto y el aroma que desprende a nosotros nos ha gustado mucho. Pero es un pan compacto, eso sí, con una corteza crujiente. Yo he mezclado varias harinas para hacerlo con lo que, supongo, he contribuído a que quedase más compacto aún de lo que se esperaba, pero está muy bueno de sabor.
En este pan no usamos levadura. Lo único que hacer “crecer” y dar algo de esponjosidad al pan es el buttermilk junto al bicarbonato.
Para hacer el buttermilk (no descubro nada) basta con poner leche con zumo de limón. En mi caso: 250 ml. de leche entera sin lactosa con el zumo de medio limón mediano –una cucharada y algo más-.
Es un pan que no hay que manipular mucho, cosa que se agradece, puesto que es una masa bastante pegajosa.
Ingredientes:
- 200 g harina panadera
- 100 g harina integral de fuerza
- 50 g harina de centeno
- 250 ml de leche sin lactosa con el zumo de medio limón
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de sal (5 gramos)
Ponemos el horno a calentar a unos 200º-210º
Mezclamos las harinas con el bicarbonato y la sal, en un cuenco. Hacemos un hueco en medio y agregamos el buttermilk, amasando hasta conseguir una masa homogénea. Esto lo tendremos hecho enseguida. Sólo tenemos que conseguir que los ingredientes se mezclen y paramos de amasar.
Podemos embadurnar la masa con un poco de harina para manejarla mejor. Hacemos una bola con ella y, con un cuchillo bien afilado, hacemos un corte en forma de cruz en el medio. O bien, como he hecho yo, unos cortes más profundos y separando un poco las porciones resultantes.
Sobre la placa del horno aceitada, ponemos nuestro pan y horneamos a 190º-200º unos 20-25 minutos. Siempre pongo el margen de grados y de tiempo porque es aproximado, depende mucho del funcionamiento de nuestro horno.
El pan estará listo cuando la corteza esté dorada y crujiente, si lo golpeamos, sonará a hueco.
Dejamos enfriar el pan sobre una rejilla y listo. ¡A disfrutarlo!
Pues en casa ha gustado mucho, sobre todo a los niños, algo que no me esperaba la verdad, jajjaja.
ResponderEliminar¿Nos vemos mañana supongo?
Un beso para todos. Vivi
Holaaa, yo es la primera vez que oigo hablar de este pan. Desde luego tiene un aspecto magnífico, pero yo tampoco sé muy bien si sería bien acogido en mi casa.
ResponderEliminarUn besooo
Se ve estupendo!! A nosotros nos ha gustado mucho el sabor y la miga tan esponjosa, con mantequilla y todavía caliente es la bomba, pero es que aquí somos devorapanes, jajaa!!!
ResponderEliminarBesotess
Maite gracias por tu visita yo también me quedo en tu cocina así podremos intercambiar recetas valencianas.
ResponderEliminarsaludos ...Besets
Nunca he probado a hacer este pan, pero tiene muy buena pinta!!!! Gracias por la receta!!
ResponderEliminarBesos
Hola Maite!!! Este tipo de panes son buenos para cuando te vas de torrá y los pones un poco en la lumbre para que crujan, a mi me ha encantado, bsss.
ResponderEliminarHola Maite encantada de conocerte a través del reto del pan, este es otro de los beneficios que tiene el reto, poder conocer más blogs e intercambiar experiencias. Un beso y nos vemos en el próximo.
ResponderEliminarNo lo he probado pero tambien lo tengo en la mente Maite, te ha salido estupendo! Un abrazo
ResponderEliminarMenudo pan más bonito y qué miga! Me encantaría probar un pedazo!
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