Ésta es una de esas recetas que no sabes cómo te van a salir y resultan ser un éxito en casa.
Tienen un suave sabor a mar y no son nada pesados de comer. Al contrario, resultan ser un bocado delicado. Unas croquetas nada complicadas de hacer y en las que aprovechas todo.
Además, son aptas para intolerantes a la lactosa, puesto que la bechamel está hecha sin leche.
Si vais a hacer una cena en plan "picoteo", ésta receta es ideal. Podéis dejar los bocaditos preparados y freirlos en el último momento.
Ingredientes (para unos 10-12 bocaditos):
- 5-6 gambas o gambones
- 10-12 mejillones
- Agua
- Sal
- Aceite
- Un diente de ajo
- Harina
- Una cebolla pequeña, yo puse media, troceada muy pequeñita
- Pan rallado
Pelamos las gambas y reservamos las pieles y las cabezas. Las ponemos con un chorro de aceite un un pellizco de sal y dejamos hervir 5 o 10 minutos. Colamos y reservamos el caldo, que es lo que utilizaremos para hacer la bechamel en lugar de leche.
Ponemos al vapor los mejillones y, cuando se hayan abierto, quitamos las conchas. En casa, jamás utilizamos el caldo de hacer mejillones al vapor, por eso los escurro.
Pelamos y troceamos el diente de ajo, lo ponemos en una sartén con un buen chorro de aceite y lo sofreímos un poco.
Añadimos las gambas peladas y troceadas, agregamos también los mejillones troceados. Rehogamos y sacamos de la sartén.
En el aceite que tenemos, sofreímos la cebolla con un poco de sal.
Cuando la cebolla está transparente (no se tiene que dorar), incorporamos 3 cucharadas de harina y la sofreímos un poco, con cuidado de no quemarla. Vamos añadiendo el caldo de hervir las pieles y cabezas de gambas, hasta conseguir una bechamel espesa.
Cuando tenemos la bechamel lista, añadimos las gambas y los mejillones troceados. Revolvemos bien para que se mezcle y vamos haciendo bolas o croquetas. Las rebozamos en pan rallado y freímos en abundante aceite caliente. Ponemos sobre un papel de cocina para que escurran el exceso de aceite y listo.
Por cierto, el cucurucho también es comestible. Está hecho con una hoja de pasta philo o brick, embadurnada con un poco de mantequilla, rellenada con bolas de papel de horno y horneada hasta que dore.
Por cierto, el cucurucho también es comestible. Está hecho con una hoja de pasta philo o brick, embadurnada con un poco de mantequilla, rellenada con bolas de papel de horno y horneada hasta que dore.
¡Espero que os gusten!
Gustarme??? Me llevo un cucurucho lleno pero ya!!! Mmmmm....
ResponderEliminarMe encanta, un aperitivo divertido y resultón. Un abrazo.
ResponderEliminarunos bocaditos deliciosos, y el cucurucho muy original
ResponderEliminarun besote y Feliz Navidad Maite
Que ricos!!! Y vaya presentación!!!
ResponderEliminarQue tengas feliz navidad!!
Bss
Deliciosos me encanastan FELICES FIESTAS besos
ResponderEliminarDeliciosos bocaditos, gracias por compartirlos.
ResponderEliminarDesde la Gata Curiosa queremos desearte una Feliz Navidad.
besos
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ResponderEliminarMadre de dios menuda pinta! Y yo además doy hiper fan de las croquetas! Las probaré seguro! Feliz Navidad!
ResponderEliminarEstupenda receta! me ha encantado, las gambas siempre le dan un aspecto muy atractivo a todas las comidas. Besos
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