Llevaba mucho tiempo intentando conseguir una buena receta de pastelitos de boniato, que son muy típicos en Valencia por estas fechas. Había probado alguna sin el resultado esperado. Hasta que hablé con Pili de Cuisine4you para que me explicar cómo hacerlos... desde aquí le doy las gracias.
Pues bien, os diré que son una delicia absoluta (si os gusta el boniato confitado) y que, si no os queréis poner morados de comerlos, mejor que no los dejéis muy a la vista.
La confitura de boniato la preparamos con antelación, aguanta bastantes días en el frigorífico. Como yo no quería gastar mucha, emboté dos frascos esterilizados para conserva, para gastarlos más adelante. Os voy a poner las cantidades que yo hice, pues le quité un poco de azúcar:
- 750 g de boniato cocido
- 600 g de azúcar
- 1 rama de canela
- 1 corteza de limón
Lavamos bien los boniatos y quitamos bien la tierra y toda la suciedad que tengan. Los hervimos, cubiertos de agua, y vamos comprobando la cocción, pinchando con un tenedor. Cuando ya están cocidos, los sacamos y los dejamos enfriar sobre un colador o una rejilla.
Pelamos y pesamos el boniato. Chafamos con un tenedor.
Ponemos el boniato junto con el azúcar en una cazuela, removemos. La proporción sería la misma cantidad de boniato que de azúcar, pero sabéis que no me gustan las cosas demasiado dulces y yo puse menos azúcar. Agregamos la canela y la piel de limón. Ponemos a fuego suave. Removemos contínuamente con una cuchara de madera, alrededor de media hora. Es importante no dejar de remover, para que no se nos pegue al fondo.
Dejamos enfriar la confitura. Una vez fría, la dejamos en la nevera hasta que vayamos a usarla con nuestros pastelitos.
Para la masa, usé la medida de una taza de café:
- 3 medidas de mistela
- 5 medidas de aceite de girasol
- Harina, la que admita (de todo uso)
Mezclamos la mistela con el aceite de girasol y vamos agregando harina hasta que podamos trabajar la masa sin que se nos pegue a las manos. Cogemos un buen pellizco de masa, hacemos una bola con ella y la chafamos (haciendo como una torta). En el centro, ponemos una cucharada de confitura y cerramos como si estuviéramos haciendo empanadillas normales.
Hacemos una mezcla de azúcar y canela que espolvorearemos sobre los pastelitos una vez los hayamos "pintado" con huevo batido.
Precalentamos el horno a unos 180º-190º y esperamos hasta que se doren.
¡Espero que os gusten!
No he probado el boniato pero viendo estos pastelitos tengo que probarlo ya!
ResponderEliminarFelices fiestas!
En cuanto se pase el empacho, caen sin falta. Deben estar buenísimos....feliz navidad.
ResponderEliminarme encantan los boniatos pero solo los preparo fritos o al horno, y tu receta me ha encantado así que a ver si la próxima vez que los compre hago algo más original con ellos ;)
ResponderEliminarbesos!
Seguro que estan deliciosos...muchos besos
ResponderEliminarCuánto me alegra que te hayan gustado! La verdad es que es un dulce delicioso y que aguanta en perfecto estado un montón de días.
ResponderEliminarFelices fiestas y te mando un besazo enorme.
Hace un par de meses vi que Chelo, de Cogollos de Agua, publicó una receta del estilo de la tuya, y digo del estilo porque entenderás que no recuerdo ni ingredientes ni cantidades, pero eran de boniato. Y la masa de las empanadillas, con ese vino moscatel, debe saber a gloria bendita, por no hablar del rico olor que te impregnaría ya no la cocina, sino la casa al completo.
ResponderEliminar¡Qué ricas, Maite!
Un beso, y feliz Navidad!!
Como me gusta cuando te pones valencianísima!!!!
ResponderEliminarme encanta!!!!
Se que este 2012 al final ha sido duro, aunque también con alegrias que te han dado tus retoños... así que a seguir luchando el 2013 sí?
millones de besos... y porfa sigue formando parte de mi en el año que comienza vale?
Uhmmm! a mí me encanta el boniato y la calabaza y todos los dulces que se hacen con ellos, y eso que cuando he ido a Valencia nunca los he comido...probaré a hacerlos también con calabaza, me voy a chupar los dedos...
ResponderEliminarUn saludo!