Torrijas de Vino con Sorbete de Leche Merengada Sin Lactosa para April's Kitch

   No sabéis lo que me ha costado decidirme por una película que me inspirara para preparar una receta para el concurso #cocinadecine de April's Kitch. Las primeras que vinieron a mi mente eran infantiles, es que me gustan tanto...

   Al final, aunque no es un género de cine que me guste, me decidí por "Marcelino, Pan y Vino". ¿Por qué? Pues porque lo que me inspiró, me recordaba tanto a mi abuela, que no me pude resistir... Cuando éramos niños, y era algo tomado como normal, una de nuestras meriendas preferidas, preparadas por ella, era un trozo de pan con vino y azúcar... sí, como lo oís. También hacía unas torrijas impresionantes, al igual que leche merengada casera que, fresquita, estaba de impresión en esos días calurosos de verano.

   Por tanto, hice un mezcladillo entre todas estas preparaciones, mis recuerdos y la película. Y he preparado unas torrijas de Vino dulce (una botellita que me quedaba de las que hacía mi suegro), junto a un delicioso sorbete de Leche Merengada sin lactosa.

Ingredientes:

   Para el sorbete de Leche Merengada:

• 500 ml de leche entera, sin lactosa
• 100 g de azúcar + 25 g de azúcar
• 2 claras de huevo
• Una rama de canela en rama
• Corteza de limón

   Ponemos la leche en un cazo, junto a los 100 g de azúcar, la canela y la corteza de limón. Dejamos en el fuego hasta que hierva y lo apartamos. Dejamos que se enfríe durante unas horas o bien toda la noche. Colamos la leche.

   Con la batidora montamos las claras. Cuando casi están a punto de nieve, añadimos los 25 g de azúcar restante y terminamos de batir y montar el merengue.

   Mezclamos el merengue con la leche que teníamos reservada. Si tenemos heladera, podemos utilizarla o bien, como yo en este caso, ponemos la mezcla en un recipiente con tapa en el congelador. Sacamos el helado y vamos removiendo cada 1 o dos horas la mezcla, unas 3 o 4 veces.

  

 Para las torrijas:

• Unas cortadas de pan del día anterior; pan duro, vamos
• Vino dulce: el que tengáis a mano, o bien preparadlo vosotros
• Huevo batido
• Aceite suave (yo he usado de girasol)

   Ponemos a remojo en el vino dulce las cortadas de pan, que serán de, al menos, un dedo de grosor. Las empapamos bien en el vino. Si es un pan denso (como el que yo he utilizado), podemos tenerlo en remojo casi un minuto por cada lado, sin que por ello se deshaga.

   Rebozamos las cortadas de pan en el huevo batido y las llevamos a la sartén, que tendremos con aceite bien caliente, y las freiremos por ambos lados hasta que se hayan dorado. Las sacamos a un plato, donde habremos puesto un papel absorbente para el exceso de aceite. 

   Servimos la torrija caliente o templada con la bola de leche merengada encima.

   Podemos añadir un poco más de canela en polvo.

   Me apetecía mucho participar en este concurso y rememorar ciertos sabores asociados a mi infancia y a estas fechas.

¡Espero que os guste!