31 de enero de 2012

GASTRONÓMADAS - I KDD en Valencia - 28 de Enero de 2012



   Hoy no os traigo una receta. Quiero que me acompañéis y compartáis conmigo la breve crónica de un día magnífico pasado en una magnífica compañía.
   Habréis visto desde otros blogs una crónica de este día, fue en Valencia y mis compañeros, mucho más diligentes que yo para estas cosas, han mostrado a la perfección el resumen de este formidable día.

   La comida fue en La Pitanza. Los platos, todos, con sabor a cocina tradicional, de la de toda la vida: las sopas, las legumbres, los arroces, los postres (yo tomé una tarta de chocolate impresionante)… En su web, podéis echar un vistazo tanto al local como a los platos que preparan. Gracias a Hugo y Belén, y a todo el personal que nos atendió.

     Algunos de los vinos para el maridaje, tenemos que agradecérselos a Verema
    Dicho esto, y cuidado que me enrrollo como una persiana, os contaré que me sentí en familia. Sí, al principio,un poco cortada es que lo de las presentaciones y los primeros ratos no se me da muy bien… Pero, en cuanto pasó esa fase, estuve la mar de a gusto.


   Conocí a personas a las que tenía muchísimas ganas de conocer. Y, sólo por eso, valió la pena! Gente con la que "hablas" por las redes sociales, pero no hay nada como el cara a cara. A Vivi, sí la conocía en persona y sabía que es un encanto, pero conocer a tanta gente, tengo que decir, que me daba un poco de miedito. 
   Quedamos en la puerta del Ayuntamiento y, con los que éramos, salió un policía a preguntar si aquéllo era una manifestación o una protesta... que no, que no! 

   El día fue especial, con un paseo por esta ciudad a la que no visito mucho, al Mercado Central, la Lonja...
   ...cervecitas, charla, conocernos un poquito, una opípara comida y como colofón horchata y fartons o café en Santa Catalina.

   Fue un día inolvidable pero, de todo, me quedo con la sensación de haber estado con una gente estupenda, de la que siempre hay cosas que aprender...

   Algunos de los que casi no hablamos, tendremos la oportunidad de conocernos un poco más dentro de un par de semanas... una cosa trae a la otra.

@la_pitanza_rte La Pitanza 




Los artífices:
@lacocinadepozu Elena
@rafaprades Rafa
@Cuisine4you Pili y David 
@miotraella Itzi
@comoju Cova (la lista, te la he tomado prestada, gracias)


Estuvieron toda la mañana, aunque no se pudieron venir a la comida:
@ManjaresdeAnaM Ana Mª

@Simplemente_Bea Bea 


Acudieron al cafetito (nos supo a poco, pero lo arreglaremos pronto):
@nancycatessen Nancy

@mlunax Maria 



@VickyOrti Vicky
@dulegilcasas Dule y Berta 
@anchacastilla Luis y María
@JuanSuch Juan
@atableconCarmen Carmen 
@EriSofi Erika
@JMValor Juan y Trini 
@ViviMartnez Vivi
@ManuCatMan Manu y Fran 
@BlauKitchen Marina
@TheSpanishFood Laura y Miguel Angel 
@cocinaconpoco Ana y Eduardo 
Jose Luis
Luis

   Y, la que os lo ha contado desde aquí  @Maite_maicarai Maite y Juan  
   Ha sido un lujo conoceros a todos.

   Muchas gracias por contar conmigo para esta kedada, espero que haya muchas más.

27 de enero de 2012

Clo y las Piruletas de Quesito

  
   ¡Os presento a Clo! Es esta gallinita tan graciosa que me regaló una buena amiga, la hizo ella y le tengo mucho cariño (a mi amiga también, jajaja).
   Me hizo mucha ilusión porque, cuando me la regaló, yo estaba bastante bajita de moral (cosa que ella sabía) y me animó mucho su regalo, pensar que la hizo para mí... Además, ¿habéis visto que bonita y simpática es?.
   No quiero decir quién eres, porque te lloverían las peticiones de gallinitas. Y no se trata de eso. Lo que quiero es darte las GRACIAS.

   Yo os traigo a Clo y ella os trae estas Piruletas de Quesito, fáciles y resultonas. A los niños (al menos a los míos) les encantan. Eso sí, no es algo de lo que se pueda abusar, puesto que estos quesitos (los que he hecho son normales), tienen de por sí bastante grasa. Pero, para un cumpleaños o una merienda especial, quedan estupendas.
   En las primeras pruebas que hice, los quesitos se me deshacían. Así que pedí consejo a otras compañeras "blogueriles" que, muy amablemente (como siempre), me dieron consejos y varias opciones.
   También estaba el problema del palito. En principio, pensé ponerles unas brochetas cortas, pero lo de la punta no me hacía ninguna ilusión, sobre todo, pensando que eran para los niños. De modo que hice los quesitos y los palos son unos sticks salados... así que, el palito, también se come y no queda nada de nada de las piruletas.

   Preparación: en un cuenco batimos un huevo, en otro cuenco ponemos harina y en un tercero, pan rallado. Pasamos los quesitos por el huevo batido, luego por harina, otra vez por el huevo y, finalmente, rebozamos en el pan rallado.
   Después los pondremos en el congelador. Podría deciros que en un par de horas están listos, pero yo los tuve de un día para otro. Lo que es muy cómodo, tenerlos preparados y congelados para, cuando los queramos gastar, terminar de prepararlos.

   Al día siguiente, o cuando las vayamos a preparar, ponemos en una sartén abundante aceite y lo dejamos hasta que esté muy caliente (yo uso una sartén pequeñita, y le pongo 2 dedos de aceite). Los doramos por ambos lados y, una vez fritos, los ponemos sobre un papel absorbente.

   Ahora, sólo nos queda insertar el stick a modo de palito y... ¡listo!


¡Espero que os guste!

25 de enero de 2012

Pithiviers

   Este dulce de hoy, no lo había probado nunca. Ha sido todo un descubrimiento, fruto de la propuesta de Whole Kitchen que, en su propuesta dulce, para el mes de enero nos invita a preparar un clásico de la cocina francesa: Pithiviers.

   Se trata de un pastel compuesto de dos círculos de hojaldre rellenos de frangipane, una crema a base de almendras, los cuales se decoran en su superficie con un diseño en forma de roseta y en el exterior con los bordes ondulados. 
   Es éste, un dulce sencillo (si hacéis como yo y compráis la masa preparada), muy rico y suave, nada pesado, a pesar de ser bastante calórico. Pero, en fin, para una ocasión que os queráis dar un homenaje es ideal. Todo un descubrimiento.
   El pithivier podría comerlo sin problema, poniendo la mantequilla sin lactosa, pero como estoy en plena operación dieta, sólo he preparado uno, y pequeño. Eso sí, he pecado, lo confieso. Pero cómo saber si realmente me gusta cómo ha quedado. La opinión del catador oficial es buena, pero siempre que pueda probarlo yo... Fue un bocadito pequeño, y me supo a gloria.
   Como os he dicho, la masa de hojaldre es comprada, de la fresca (la verdad, de las que he probado, la de Lidl es la que más me gusta hasta ahora). 

   El Frangipane -el relleno- sencillo, sencillo. He preparado muy poca cantidad, porque sólo iba a hacer una de estas pequeñas delicias:

  • 30 g de azúcar glass
  • 30 g de almendra molida fina
  • 1 huevo pequeño 
  • 30 g de mantequilla a punto pomada (a temperatura ambiente un buen rato)
  • Se le puede añadir una cucharadita de kirsch u otro licor (la próxima vez, probaré con un poquito de Amaretto). Aunque, en esta ocasión, no le he puesto ninguno.
   Lo primero, tenemos que cortar los dos discos de hojaldre. Si lo vamos a poner en un molde, uno de los discos -el de la base- lo tendremos que cortar un poco más grande que el molde, para que luego lo podamos "subir" y rellenar. El otro, lo haremos algo más pequeño, que es el que hará de "tapa". Mientras hago la crema, el hojaldre lo dejo en la nevera para que no se haga blando.
   Batimos la mantequilla con el azúcar, hasta conseguir una crema. 
   Añadimos la almendra molida. Mezclamos.
   Incorporamos el huevo a la crema y lo batimos hasta que la mezcla sea homogénea.
   Rellenamos la base de hojaldre con el frangipane, dejando un buen margen sin rellenar (1-2 centímetros).
   El borde que hemos dejado, lo pintamos con huevo batido, colocamos el otro disco de hojaldre encima y presionamos sobre el borde para que selle. Podemos presionar con  un cuchillo o un tenedor para cerrarlo bien. (Yo, encima del borde, puse una trenza hecha con parte del hojaldre sobrante, para adornarlo un poco)
   Cuando hayamos hecho esto, con la punta de un cuchillo, se le hace unos cortes en la parte de arriba. Del centro hacia afuera, curvando el corte, tiene que formar una especie de roseta.
   Precalentamos el horno a 180-200 grados.
   Llevamos  el pithivier a la nevera y lo dejamos ahí unos 10 minutos.
   Pasado este tiempo, sacamos de la nevera y barnizamos con huevo batido.

   Horneamos. Se puede poner 10 minutos a 200º y bajar a 180º, horneando otros 15. En mi horno, le puse calor arriba y abajo con ventilador y lo tuve 18 minutos a 180º, que es cuando estuvo dorado. Pero, ya sabéis, cómo es el tema del horno...

¡Espero que os guste!

18 de enero de 2012

Pie Británico o Pastel de Carne

     Y, puestos a volver a la actividad normal, volvemos también con las propuestas de Whole Kitchen, que, en su Propuesta Salada para el mes de enero, nos invita a preparar un clásico de la cocina británica: Pie Británico.
     Este tipo de pasteles es tan fácil como delicioso. Con unas placas de hojaldre, preparáis un relleno a vuestro gusto y os queda un pastel de carne (o de lo que queráis) riquísimo, en casa se chuparán los dedos.

     Con las cantidades que os pongo, he hecho tres pastelitos pequeños (os recuerdo que estoy a dieta, jeje). Yo sólo probé un bocadito para ver cómo quedaba de sabor...
Ingredientes:
  • Un diente de ajo pelado y fileteado
  • Un puerro troceado finamente, a cuadraditos
  • 3-4 champiñones, que habremos lavado y laminado
  • 300-400 gramos de carne troceada (en mi caso, fue solomillo)
  • 20 gramos de mantequilla
  • Un vaso de vino tinto (+/- 200 ml)
  • 1 cucharada sopera de harina
  • Pimentón y hierbas provenzales, al gusto
  • Lámina y media de hojaldre fresco 
  • Huevo para barnizar los pies/pasteles
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra

     Con una, o dos, placas de hojaldre (dependiendo del tamaño del molde que utilicéis) cortamos la base y la tapa de lo que será nuestro pastel.
     En una sartén u olla baja, ponemos un generoso chorro de aceite de oliva. En él, vamos a pochar el ajo, el puerro y los champiñones, el pimentón y la carne, removemos. Agregamos la mantequilla, el vino tinto y la cucharada de harina. Añadimos las hierbas provenzales al gusto y probamos de sal para, si es necesario, rectificar.
     Yo no he cocinado más esta mezcla porque la carne estaba a trozos bastante pequeños y con el calor del horno era suficiente. 
     Ponemos la base de hojaldre en el molde que vayamos a utilizar. Rellenamos y tapamos con la otra parte de hojaldre (yo le he hecho unos cortes con cuchillo). Barnizamos los bordes del hojaldre con clara de huevo  batida y cerramos el pastel. Una vez cerrado, lo pintamos con más clara de huevo.
     Llevamos al horno, precalentado a 180º-190º. Lo he horneado 15 minutos, con calor arriba y abajo y ventilador. Mi horno marca 170º y se pasa a 200º, por eso no puedo concretar más con la temperatura: ése es el tramo de temperaturas que más suelo utilizar. Vosotros, podéis vigilarlo y, cuando veáis que está hecho el hojaldre y dorado, lo tendréis listo.
¡Espero que os guste!

15 de enero de 2012

Alcachofas al pesto

     ¡Bien! Se acabaron las Navidades, que me agotan psicológica y físicamente. De hecho, mi fin de año y principio del siguiente ha sido un resfriado que ha degenerado en sinusitis... Si es que no me sientan nada bien.
     Pero se acabaron, y también se ha acabado la fase de "tengo que tomarme un respiro de todo".
     Así que, a la faena, a trabajar se ha dicho. Tengo unos cuantos libros de cocina y reposteria, que me trajeron los reyes y con los que estoy muy contenta. Iremos investigándolos con el tiempo que pueda ir arañando.

     De modo que me reincorporo a la actividad con La Recepta del 15 de Enero, que este mes consiste en unas ricas alcachofas. Cosa que me viene de perlas, porque me he puesto a dieta ¡por fin!. Por lo que os acercaré también algún que otro plato bajo en calorías.


Ingredientes:

  • 3 alcachofas
  • 2 puñaditos de rúcula
  • 1 diente de ajo
  • 1 nuez
  • escamas de sal
  • aceite de oliva virgen extra
  • 10 g de queso roquefort
  • queso rallado de cabra o de parmesano
     Comenzamos limpiando las alcachofas, quitando las hojas externas más duras y cortando la punta. Las cortamos en láminas finas y las asamos con un poco de aceite. Reservamos.
     En el mortero, machacamos un diente de ajo pelado, mediano. Seguiremos majando un par de puñaditos de rúcula y nueces (en mi caso, sólo una), añadimos un trocito de queso roquefort (unos 10 g) y lo incorporamos a la picada de rúcula. Agregamos aceite de oliva y removemos. Se nos quedará una salsa espesa, pero no tiene que estar a "pegotes".
     Colocamos las rodajas de alcachofa, ponemos por encima unas escamas de sal maldón (o sal normal), regamos con el pesto de rúcula y rallamos un poco de queso de cabra (para mí), con parmesano tiene que estar impresionante.

     Hice 3 alcachofas de esta forma y acabé con ellas de un plumazo. Como en casa sólo me gustan a mí, estando a dieta, no era plan de prepararlas con bechamel, nata y cosas por el estilo. Después de haberlas probado, os puedo decir que van a ser uno de esos platos que voy a incorporar a mi dieta.


¡Espero que os guste!

5 de enero de 2012

Roscón de Reyes Sin Lactosa, con Aceite de Oliva Virgen Extra

   Sé que llego muy justa a traeros este segundo Roscón, pero he estado haciendo pruebas y éste me ha encantado, por eso lo voy a publicar.
   La receta es de Ibán Yarza, en este vídeo del programa de Robin Food lo podéis ver. Yo lo he adaptado un poquito para los intolerantes a la lactosa. Os puedo decir que es delicioso...

   He sustituido la leche normal por leche sin lactosa y la mantequilla por aceite de oliva virgen extra.
   Lo primero que hacemos es infusionar la leche, con la canela y la piel de naranja y limón. Lo hervimos y dejamos reposar, hasta que se enfríe.
   Después, hacemos un prefermento con:


  • 90 gramos de harina fuerte
  • 60 de leche sin lactosa 
  • 2-3 gramos de levadura fresca
     lo mezclamos y amasamos. Dejaremos reposar 2-3 horas. O, de un día para otro, en la nevera: si lo hacemos así, antes de utilizarla, lo dejaremos a temperatura ambiente una hora/hora y media.
   En un cuenco ponemos:
  • 340 gramos de harina fuerte
  • 70 gramos de azúcar
  • 120 g de leche infusionada
  • 60 g de aceite de oliva (o mantequilla, si no tenéis problema con la lactosa)
  • 15 gramos de levadura fresca, desmenuzada
  • 2 huevos
  • Ralladura de limón y de naranja
  • Una pizca de sal

     Removemos estos ingredientes e iremos añadiendo la leche infusionada, mezclada con 
  • 3 cucharadas de ron y
  • 2 cucharadas, no muy llenas, de agua de azahar.
     Mezclamos y amasamos. Esta masa es bastante pegajosa al principio pero, conforme vayamos trabajándola, irá cambiando.
     Después de unos 3-4 minutos amasando, he añadido el aceite (en el original, mantequilla). Amasamos hasta que el aceite haya sido absorbido por la masa de nuestro roscón. Seguimos trabajando la masa durante unos 10-15 minutos.
     Espolvoreamos con un poco de harina un cuenco y dejamos la masa dentro reposando. Yo la he tenido un par de horas.
     Tras este tiempo de reposo, amasamos de nuevo para quitar el aire de la masa. Con un par de minutos de amasado, será suficiente.
     Damos la forma al roscón. Pintamos con huevo batido y dejamos reposar hasta que la masa haya doblado su volumen. En mi caso, otro par de horas.
     Precalentamos el horno a 200º.
     Pintamos, de nuevo, con huevo batido y decoramos al gusto: yo he usado naranjas, mandarinas y limones confitados en casa: con la receta de Su de Webos Fritos quedan geniales (aunque no me hayan quedado tan bonitas como a ella). Y con azúcar de naranja (muy fácil): con 5-6 cucharadas colmadas de azúcar, mezclamos una-dos cucharadas de zumo de naranja y la ralladura de ésta, removemos y lista.
     Horneamos unos 20 minutos a 200º, si es posible, con ventilador.
     Si vemos que se nos tuesta demasiado, podemos cubrirlo con papel de aluminio hasta que termine de hornearse.
     Revisión 5/12: nos lo hemos comido esta tarde y, creo, que con menos tiempo de horno hubiera quedado mucho mejor. El que tengo en la nevera para mañana, lo hornearé menos tiempo o bajaré temperatura. Mi horno, a la que me descuido, se pasa... Ya os cuento cómo va con el del Día de Reyes.

     Lo podéis rellenar de lo que más os guste: nata, trufa, crema, cabello de ángel, boniato... Pero, simplemente así, ya está de rechupete.


     ¡Espero que os guste!
     Que los Reyes Magos, os traigan todo lo que deseáis y un poco más, si es posible.
     

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