Si os estáis preguntando si falta la palabra "Red" en el título de esta entrada...os equivocáis! Porque red, lo que se dice red, va a ser que no es este bundt.
El 15 de noviembre es el dia del Bundt y, aprovechando esa excusa, como tenía ganas de preparar uno de ellos, me lancé (lo publico hoy, aunque sea 14). Y, la verdad, merece la pena. Por lo bonito que es, por lo bueno que está y porque, además, no lleva mantequilla.
He estado buscando por la red una receta de este pastel. Bueno, he ido aquí y allá, en inglés y en español, páginas muy conocidas y otras que no lo son tanto.... total, para parar (como otras veces) en la gran especialista Bea de El Rincón de Bea. Porque, para qué irse fuera, con el buen producto nacional que tenemos! Eso sí, le he variado algunas cantidades y, con su receta y otra que tenía impresa, ha salido el que os traigo. En fin, que me he decidido por éste, porque no lleva mantequilla, sino aceite de oliva. Y el buttermilk lo he hecho con leche sin lactosa.
Es un pastel de lo más quedón. Es alto, alto y superesponjoso, deja un aroma en la casa a pastel de chocolate que... que me ví negra para que no me lo empezaran antes de hacerle unas fotillos. Aunque, han quedado un poco así, porque este finde y lunes tan lluviosos, no nos han dado buena luz para las dichosas fotos.
Que se ha hecho lo que se ha podido...
375 grs. de harina de todo uso
300 grs. de azúcar
15 grs. de cacao puro en polvo, le he puesto Valor
1 cc* de sal
1 cc de bicarbonato
2 huevos grandes
250 ml. de aceite de oliva suave
240 ml. de leche (para mí, sin lactosa) y una cucharada de zumo de limón: buttermilk casero
1 cs* de vinagre (en mi caso, de manzana)
1 cc de extracto líquido de vainilla
2 cucharadas de colorante rojo, es lo que pone Bea. Mi colorante, como véis, coloreó muy poco (nota mental: tengo que comprar un buen colorante y así no me pasarán estas cosas...)
-Lo primero, vamos a hacer el buttermilk: ponemos los 240 ml. de leche con una cucharada sopera de zumo de limón y lo dejamos a temperatura ambiente, una hora. Así que, mejor si la leche está natural, no de la nevera. Se tiene que quedar con el aspecto de "leche cortada".
-Precalentamos el horno a 175º-180º.
-Engrasamos el molde, extendiendo el aceite o mantequilla de abajo a arriba.
-Batimos los huevos y añadimos el aceite, el buttermilk, el colorante, el vinagre y la vainilla (ingredientes húmedos). Batimos bien. Lo dejamos a un lado.
-En otro cuenco, tamizamos la harina, el azúcar, la sal, el bicarbonato y el cacao (ingredientes secos).
-Añadimos los ingredientes secos a los húmedos en tres veces. Cada vez que incorporamos un tercio de ingredientes, batimos hasta que queden bien incorporados antes de añadir el siguiente tercio.
-Vertemos la mezcla en el molde de bundt. Cuando está toda la masa en el molde, damos unos golpecitos con él sobre la bancada de la cocina...unos golpecitos suaves que, si no, podemos llenar todo de lunarcitos de masa.
-Hornear durante 45 minutos.
-Aquí sí que coinciden todas las recetas que he leído, en la importancia de dejar EXACTAMENTE 10 MINUTOS enfriar el pastel dentro del molde.
-Pasados esos 10 minutos, movemos el molde a derecha e izquierda (haciendo medios giros) y arriba-abajo, para ayudar a que se nos desmolde bien. Una vez desmoldado, dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.
-Para la glasa: 1 cs de claras pasteurizadas (de ésas de bote), 1 cs de zumo de limón y azúcar glass hasta que consigáis el espesor que queráis.
*cc: cucharada de café
cs: cucharada sopera
Mis hijos, estoy segura, "guarrearán" con él: ahora con sirope de fresa, ahora con chocolate, que cómo estará con caramelo, y con nata... pero, a mí, simplemente con esta glasa que véis, me parece delicioso.